domingo, 5 de mayo de 2013

Yo Sissy parte 3.


¡Hola a todas!

Bueno lo prometido es deuda y aquí tenéis la 3º parte de mi historia, lamento la espera he estado ocupado@ con temas de trabajo. Me da mucha vergüenza  decir esto pero me temo que tendré que alargar esta historia por lo menos dos capítulos más para llegar al tiempo presente. Lo siento mucho pero es que me gusta contar las cosas con el máximo detalle posible, yo soy de l@s que piensa que los detalles son muy importantes y especiales.
Ruego que me disculpéis este cambio de planes pero creo que es lo más acertado, espero de corazón que os guste.
Fue todo muy extraño, estaba casi desnud@  ante ellas pero jamás me avían tratado así. No tenían miedo ni les preocupaba lo mas mínimo estar delante de un chico casi desnudo, sino que me trataban casi como a una de ellas ni siquiera eso. Recuerdo que en ese momento pensé que avía visto chicas que incluso sentían vergüenza de verse desnudas entre ellas, pero en este caso les daba igual, simplemente mi vergüenza no importaba. Es más creo que les gustaba verme sonrojarme y taparme el pecho con los brazos como podía.
De vez en cuando me piñizcaban al ponerme las medias de reja y sobretodo el corset  negro y me quejaba sin querer, cuando eso sucedía Laura (la más entusiasmada con la idea de ellas) me golpeaba la parte trasera de la cabeza con la palma de la mano. Recuerdo como un escalofrió me recorría toda la espalda cada vez que hacia eso.
No paraban de reír y de girarme a la fuerza con sus manos, al final se sentaban las tres se sentaban bien juntitas en su cama y al aviso de …chiiit.. Yo ya me volvía casi instintivamente hacia Laura. Giraba el dedo índice en círculos con el codo y el antebrazo rígidos indicándome que diera vueltas para que pudieran observarme mejor.
Cuando me enfundaron las plataformas lo pase fatal, me encantaban eran las típicas New Rock de suela súper alta, eran negra con puntas de metal en la parte frontal y con motivos violeta (mi color favorito) en todo su superficie. Pero eran súper incomodas y altas, me caí al suelo en tres ocasiones, las dos primeras las tres se rieron mucho, pero en la última Laura se enfadó mucho porque empezaba a hacerse tarde. Me dio un golpe en la cabeza nuevamente pero esta vez más fuerte y me dijo que caminara adelante y a tras esta vez sin caerme.
Finalmente me cambié y fui dirección a la estación para volver a casa. Sentad@ en el tren intentaba comprender que avía pasado y que eran esos pensamientos que jama savia experimentado. Me dio órdenes claras de no afeitarme hasta el momento antes de las fotos, entendí que era para que no se me notase nada en las fotos.

A la mañana siguiente allí estaba yo en el pasillo del insti cuando de repente una de las chicas me cogió de la mano y me llevo a rastras hacia el baño de las chicas y nos encerramos las cuatro en el vestuario.

Mientras una me quitaba la camisa y los pantalones, otra empezó a sacar el equipo y los productos de maquillaje y los depositaba cuidadosamente sobre el mármol del lavabo.

Entonces Laura saco una especie de aparejo de la bolsa y lo enchufo a la pared encendiéndose así un luz roja, tímidamente pregunte...  ¿Qué es eso? Natalia me giro la cabeza con sus manos y me dijo `` ¡Calla y estate en lo tienes que estar!´´ no volví a pronunciar una palabra cuando me dio las braguitas negras y me dijo ``ale entra en el baño y  póntelas ´´. Salí al ratito y  me dijo ``pero tú que te piensas, vuelve a entras y ponte la polla entre las pernas´´ obedecí y con la mano me lo eche todo hacia atrás y me puse las braguitas de nuevo. Al salir Natalia suspiro enfadada, me cogió las piernas con fuerza y murmuro ``como puede ser que no sepas´´ me bajo las braguitas, yo intente taparme la cosita con las manos de forma instintiva pero ella me las aparto con desprecio me separo las piernas me cogió la colita con el dedo índice y con el pulgar y me la puso entre las piernas desde atrás. Con la otra mano hundió el testículo derecho hasta colocarlo por debajo del musculo e hizo lo mismo con el izquierdo, luego me subió las braguitas y estiro muy fuerte hacia arriba.

No podía para de llorar, no soy capaz de describir lo que sentí. No solo era el dolor que era súper intenso sino era la vergüenza. Natalia me cogió fuerte del brazo y me dijo ``anda que no es para tanto´´ Laura dijo `` así no aras que deje de llorar y no podremos maquillarle’’ me dio un abrazo e hizo apoyar mi cabeza sobre su hombro, yo también la abrace mientras susurraba `` tranquilo ya paso, mantén presionadas y juntitas las piernas y te dolerá menos, tranquila, deja de llorar sino no podre maquillarte, no querrás decepcionarme´´.

Me seco las lágrimas con un pañuelo y me sentó en la silla entonces se escuchó un ``clac´´ y la luz de la maquina paso de roja a verde entonces Laura dijo ``ya está la cera lista, empecemos, pongámoslo donde mejor le dé la luz, quiero que lo sujetéis bien, sobretodo la cabeza´´ sobre habérmelas depilado anteriormente supuse que querría repasarme las cejas con cera caliente pero… ``esto te va a doler pero quedaras divina´´ me quito el bigote de dos estirones y luego procedió con el resto del bello facial. El dolos era intenso pero duraba poco, aun así tardaron casi media hora en terminar, casi no me sentía la cara, Laura me dio un masaje con una crema especial mientras Vero me ventilaba con una revista. Cuando me toque la cara no pude disimular mi satisfacción, jama savia tenido la piel tan suave, no podía dejar de acariciármela, Laura dijo `` ¡ves que bien!´´ y Natalia me susurro ``esto me lo enseño una amiga trans, ya sabes que hacer para tenerla tan suave´´

Luego me vistieron y a continuación vino la larga sesión de maquillaje. No era un típico maquillaje de drag queen tan elaborado, costaba de una base de maquillaje para igualar tonos, luego un fondo de piel blanco vampiro, labios gruesos y negros, colorete de mejillas rojo que destacaba con el blanco, cejas perfiladas y ojos negro ahumados y rasgados. Cuando me mire al espejo me sentí bellísima, el maquillaje era más de dominanta que de una chica como yo pero aun así me sentía tan hermosa, sentía que por fin ero mi verdader@ yo.
 

Al terminar la sesión no quería volver a casa solo por aguantar más el maquillaje, pero era inútil más tarde o más pronto tenía que volver así que me lave la cara para que no me viesen mis padres al llegar.

Durante toda la semana fui incapaz de pensar con claridad pero si tenía claro que no podría renunciar jamás a la feminidad que descubrí dentro de mí ese día. Tal desborde de ese sentimiento me abrumaba durante las noches y lo peor era pensar como lo afrontaría delante de los demás.